Después de los excesos alimenticios durante las fiestas, el Servicio de Nutrición del Hospital Universitari i Politècnic recomienda no comenzar con las "dietas milagro" o "alimentos depurativos" para perder peso.
Según la doctora María Argente, adjunta del servicio de nutrición del Hospital La Fe, "los excesos navideños se suelen traducir en un aumento ponderal de 1-2 kilos" y advierte de los peligros de las dietas rápidas para perder kilos.
En este sentido, señala que "dentro de las dietas milagro se incluyen las llamadas dietas cetogénicas, que propugnan eliminar los hidratos de carbono de la dieta habitual o las dietas disociativas, que consisten en tomar los alimentos separándolos entre ellos". Además, de carecer de base científica añade que "aunque se consiga perder peso el efecto rebote está garantizado cuando se abandonan".
También como consecuencia de estas dietas se pueden producir alteraciones en el pH de la sangre y aparecer déficits vitamínicos a largo plazo.
Por este motivo, la doctora Argente aconseja llevar una alimentación saludable basada en "una dieta equilibrada y variada, siguiendo los patrones de la dieta mediterránea y distribuyendo las comidas en varias tomas (influye positivamente sobre el nivel de lípidos en sangre). No hay que entender la dieta como un tratamiento temporal, sino como una forma diferente de comer que se ha de mantener".
Recomendaciones nutricionales
Es importante hacer las cinco ingestas al día. De esta forma se evita llegar a la mesa con mucha hambre, y evita, por tanto los excesos. Hay que desayunar bien, comer suficiente y cenar menos copioso.
Se recomiendan técnicas de cocción de alimentos sencillas, que no requieran mucho aceite: plancha, vapor, grill, horno, papillote, evitando empanados, rebozados, fritos o guisos con muchas salsas.
Se aconseja tomar pescado azul (sardina, caballa, atún, bonito, salmón,) entre 2-3 veces por semana.
El consumo de fibra y antioxidantes naturales, como las verduras y frutas, ayudan a regular el ritmo intestinal. Así, se sugiere consumir 2 raciones de verduras y 3 de fruta al día, así como legumbres entre 3-4 veces por semana (garbanzos, judías, lentejas, habas).
Es conveniente controlar el consumo de grasas animales y utilizar aceite de oliva en lugar de otras grasas como la manteca de cerdo o mantequilla.
Se recomienda reducir los alimentos ricos en azúcar, como miel, fruta en almíbar, confitada, mermelada, productos de pastelería y bollería... En su lugar es más sano endulzar con aspartamo, sacarina o ciclamato.
En la misma línea, disminuir el consumo de sal también contribuye a llevar una dieta saludable y a perder peso.
Además, se aconseja beber agua entre 1,5 y 2 litros a lo largo del día, sobre todo, fuera de las comidas ya que ayuda a sentirse más lleno. Se debe limitar la ingesta de alcohol a una copa de vino en la comida y una copa de champagne para el brindis, ya que el alcohol aporta lo que se conocen como "calorías vacías", es decir, engordan pero no alimentan.
Por último, la doctora Argente aconseja combinar estos buenos hábitos alimenticios con otros saludables como hacer ejercicio. Se ha de realizar todos los días alguna actividad física, de forma regular durante una hora (andar, correr, nadar, montar en bicicleta...).