Fruto de la observación en las unidades de Cirugía, se ha planteado que los pacientes ingresados para ser sometidos a una intervención quirúrgica de diversos tipos de tumor digestivo se muestran más ansiosos y preocupados que otro tipo de pacientes quirúrgicos.

Ese estudio observacional fue el elemento motivador que desencadenó el deseo de profundizar en dicha línea de investigación en Regina Moldes, enfermera de la Unidad de Hospitalización de Cirugía General y Digestiva y Otorrinolaringología del Hospital Universitario de Fuenlabrada y que se ha concretado en una tesis doctoral titulada Factores psicosociales en la cirugía del cáncer colorrectal.

En el estudio se incluyeron 107 pacientes en situación del preoperatorio de la cirugía de este tipo de cáncer sin evidencia preoperatoria de metástasis ni trastornos de ansiedad, psicopatológicos o cognitivos diagnosticados previamente. También se excluyeron los pacientes que se iban a someter a técnicas quirúrgicas que llevaran a la realización de una ostomía de descarga (abertura quirúrgica en la piel para eliminar los productos de desecho) por el impacto en la autoestima, ansiedad y estrés que pudieran causar en los pacientes y pudieran alterar los resultados.

A los pacientes que cumplían los criterios de inclusión se les administró un dossier con un consentimiento informado, un cuestionario de datos sociodemográficos y cinco cuestionarios para evaluar las variables que se pretendían medir: ansiedad, estrés, afrontamiento, apoyo social percibido y percepción de enfermedad.

Como conclusión cabe decir que los mayores niveles de estrés y ansiedad se relacionaron con el uso de estrategias de afrontamiento menos eficaces, apoyo social percibido por los pacientes como poco adecuado o satisfactorio y con la percepción de la enfermedad como una amenaza.

A la vista de estos resultados, promover estrategias multidisciplinares que minimicen el estrés y ansiedad en el preoperatorio enfocadas a mejorar el afrontamiento de los pacientes y a conseguir percepciones de la enfermedad menos amenazantes podría suponer un mejor postoperatorio en este tipo de pacientes además de mejorar su calidad de vida y minimizar algunas complicaciones.