La directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y jefa de laboratorio de Telómeros y Telomerasa, María Blasco, ha sido reconocida hoy en el Hospital Clínico San Carlos con el Premio XXXVI Lección Memorial Fernández-Cruz, por su trabajo en los avances en el alargamiento de la esperanza de vida, entregado por el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos.
María Blasco ha recogido el premio de manos del doctor Arturo Fernández-Cruz, presidente de la Fundación Fernández-Cruz, en el marco de la XXXVI Lección Memorial Fernández-Cruz, que este año ha tratado los distintos avances médicos y científicos para retrasar nuestro reloj biológico, título de esta edición de la jornada.
Sánchez Martos ha destacado que “siempre se dice que los investigadores se nos marchan, pero también hay muchos que se quedan para dar prestigio a la sanidad española”. “No sirve de nada retrasar nuestro reloj biológico, si lo hacemos con discapacidad”, ha indicado el consejero. “Por ello, habrá que cambiar, necesitaremos hospitales diferentes, cambiar el sistema sanitario, porque las patologías están cambiando”.
En el acto también han estado presentes el doctor José Luis Álvarez-Sala, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid; Julio Mayol, director médico del Hospital Clínico San Carlos, y José Soto, director gerente del Hospital Clínico San Carlos.
Telómeros, la clave en la lucha contra el cáncer
Durante su conferencia “Telómetros; nuevas dianas terapéuticas para cáncer y envejecimiento”, la directora del CNIO ha destacado que “cáncer y envejecimiento son dos procesos relacionados”. “Mientras somos jóvenes es muy raro que suframos enfermedades que no son infeccionas. Las enfermedades como el cáncer y las afecciones cardiovasculares tienen una causa común que es el proceso de envejecimiento”, ha indicado Blasco, quien ha señalado que una de las causas del envejecimiento son “los telómeros y su acortamiento”.
“Los telómeros se acortan como consecuencia del proceso de división celular. Obviamente la naturaleza tiene un antídoto que se llama telomerasa”, explicó la investigadora. "Además cuando el telómero llega a un determinado tamaño aparecen las enfermedades asociadas al envejecimiento”, explico María Blasco, y enumeró los trabajos que están realizando en el CNIO para acelerarla e introducir “vectores asociados a la telomerasa para compensar las deficiencias de los adultos”. Además, gracias a los vectores que se están realizando, la telomerasa no se introduce en el genoma, sin “darle ventaja al cáncer”, enfermedad que produce telomerasa.
Para finalizar el doctor Arturo Fernández-Cruz destacó que “cada vez conocemos más cómo los telómeros definen el riesgo de padecer cáncer y envejecimiento. Son en realidad nuestros guardianes para defendernos de una respuesta genética compleja que da lugar a la expresión de las enfermedades”.